martes, 28 de diciembre de 2010

Sonrie, pequeña, vive como si mañana el sol no fuera a salir.


Estuve pensando mucho y llegué a la conclusión de que te quiero.
- ¿Cómo?
- Te quiero.
- ¿Y qué quieres que te conteste?
- ¿Qué te parece: yo también te quiero?
- ¿Qué te parece: me voy?
- ¿Lo que te acabo de decir no significa nada?
- Pero, ¿qué me estás diciendo? Lo lamento, Harry. Ya sé que es fin de año y que te sientes solo, pero no puedes presentarte aquí y decirme que me quieres, esperando que todo se arregle. Dime, ¿qué quieres que te diga? ¿”Estupendo,Harry, me quieres, entonces está todo bien”, y después nos ponemos a bailar el vals hasta que amanezca? Las cosas no son así.
- Entonces ¿cómo son?
- No sé, pero así no.
- ¿Qué te parece así? Me gusta que tengas frío cuando afuera hace 21º. Me gusta que tardes una hora y media en pedir un sándwich, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, me gusta oler tu perfume en mi ropa después de pasar el día contigo y quiero que seas la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Tardé once años en darme cuenta. Y vine esta noche porque cuando uno se da cuenta de que quiere vivir con alguien el resto de su vida, quiere que el resto de su vida empiece lo antes posible. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario